Novena de la Virgen del Valle
Podes encontrar en ésta sección, el link de descarga de una breve Novena para oración personal.
Guía para rezar la Novena
1- Oración Preparatoria para todos los días
3-Elegir según el día correspondiente:
Primer Día de la Novena (29 de Noviembre)
Segundo Día de la Novena (30 de Noviembre)
Tercer Día de la Novena (01 de Diciembre)
Cuarto Día de la Novena (02 de Diciembre)
Quinto Día de la Novena (03 de Diciembre)
Sexto Día de la Novena (04 de Diciembre)
Séptimo Día de la Novena (05 de Diciembre)
Octavo Día de la Novena (06 de Diciembre)
Noveno Día de la Novena (07 de Diciembre)
4- Himno a la Virgen del Valle
ORACIÓN PREPARATORIA
PARA TODOS LOS DÍAS
¡Oh Santísima Virgen María, Madre de misericordia y seguro refugio de los pecadores! Aquí vengo contrito y humillado a implorar tu poderoso patrocinio. Espero que en tu bondad me reciba y me alcance de tu divino Hijo la gracia de practicar dignamente este devoto ejercicio, consagrado a tu culto bajo el título de VIRGEN DEL VALLE. Te consagro, pues, Madre adorable, desde ahora y para siempre, todas las aspiraciones de mi alma y los suspiros de mi corazón. Prepara mi espíritu ¡oh Madre amorosísima! para que con viva fe, con firme esperanza y con ardiente amor me consagre a tu servicio, y alcance ahora y para siempre, en todas las acciones de mi vida, tu auxilio poderoso y tu protección.
Amén
ACTO DE CONSAGRACIÓN A NUESTRA SEÑORA DEL VALLE
Postrado humildemente a tus pies, ¡oh Virgen Santísima del Valle! vengo, a pesar de mi indignidad, a elegirte por Madre, abogada y protectora, ante Jesús, tu Hijo divino, para amarte, honrarte y servirte fielmente todos los días de mi vida.
Alcánzame de Jesús un vivo horror al pecado; la gracia de vivir y morir en la fe más viva, en la esperanza más firme, en la caridad más ardiente y generosa.
¡Oh Virgen del Valle! Dame el consuelo de que en la hora de mi muerte, entregue mi alma en tus manos, y sea conducido por ti a la gloriosa inmortalidad.
Amén
PRIMER DÍA DE LA NOVENA
Purísima VIRGEN DEL VALLE, Santísima María, concebida en la plenitud de la gracia y sin mancha de pecado original, nuestro corazón, lleno de júbilo por las glorias de tu Inmaculada Concepción, te pide que nos alcances el vivir y morir adornados con la hermosura de la gracia santificante, para tener la dicha de rendirte gloria en el cielo por tus incomparables privilegios.
Padre Nuestro, tres Avemarías y Gloria.
JACULATORIA para este día: Oh María que entraste en el mundo sin pecado, obtenme la gracia de salir sin él de esta vida.
OBSEQUIO: Haz una fervorosa confesión al comenzar, o por lo menos antes de terminar esta novena.
SEGUNDO DÍA DE LA NOVENA
Purísima VIRGEN DEL VALLE, Madre de Dios, que nos favoreciste con el precioso don de tu portentosa imagen, la cual desde que fue encontrada en las colinas de Choya, no ha cesado de ser prenda de tu maternal protección, no permitas que tu pueblo decaiga del piadoso fervor con que siempre te obsequió, y haz que muestre su piedad filial para contigo por la pureza de costumbres y vida enteramente cristiana.
Padre Nuestro, tres Avemarías y Gloria.
JACULATORIA para este día: Jesús es mi única esperanza, y después de Jesús, mi Madre la Virgen María.
OBSEQUIO: Ofrece a la Santísima Virgen la decisión de no entregarte al trabajo del día, ni al descanso en la noche, sin invocar antes su protección.
TERCER DÍA DE LA NOVENA
Purísima VIRGEN DEL VALLE, dulce Madre nuestra, que iluminaste a los primeros habitantes de este valle, haciendo brillar en sus almas la luz del Evangelio, conquistándolos al amor de Jesucristo, y los defendiste de los enemigos de la fe, ten compasión de nosotros, aviva nuestra fe y enciende nuestra caridad, para que recibamos copiosamente los frutos de la Redención obrada por Jesucristo, tu divino Hijo.
Padre Nuestro, tres Avemarías y Gloria.
JACULATORIA para este día: ¡Oh Dios mío! Te amo con toda mi alma, y con mis obras quiero probarte mi amor. ¡MADRE MÍA DEL VALLE, ayúdame!
OBSEQUIO: Deja a los pies de María la decisión de honrar a Dios santificando las fiestas, y en especial con la asistencia a la santa Misa los domingos y fiestas.
CUATRO DÍA DE LA NOVENA
Purísima VIRGEN DEL VALLE, Excelsa Señora, que has perfumado con el aroma de tu misericordia este valle y con los encantos de tu nombre has atraído de lejanas tierras, numerosos peregrinos, que por doquiera publican tu bondad y hermosura, haz que seamos también nosotros apóstoles fervorosos y constantes de tus glorias y propagadores de tu dulce y encantadora devoción, prenda segura de vida eterna.
Padre Nuestro, tres Avemarías y Gloria.
JACULATORIA para este día: VIRGEN SANTÍSIMA DEL VALLE, enséñanos a conocer y amar a Jesús. Tu Hijo.
OBSEQUIO: No amas verdaderamente a la Virgen Santísima, si no tienes amor a Jesús, y para amar a Jesús, hay que conocerlo. Promete ahora a NUESTRA MADRE DEL VALLE procurar el conocimiento de Jesucristo instruyéndote en el Catecismo de la Iglesia Católica y enseñándolo también por lo menos a los de tu casa.
QUINTO DÍA DE LA NOVENA
Purísima VIRGEN DEL VALLE, poderosa Abogada nuestra, que llena de ternura para con los devotos peregrinos que se dirigían a tu Santuario, los sostenías en los trabajos y privaciones de sus fatigosos viajes, librándolos de los peligros que amenazaban su salud y su vida, continua protegiendo a tus amantes hijos que acuden a postrarse ante tu trono de gracias, y a todos los demás que te saludan, invocan tu Nombre e imploran tu patrocinio.
Padre Nuestro, tres Avemarías y Gloria.
JACULATORIA para este día: Oh María concebida sin pecado, ruega por nosotros que acudimos a Ti.
OBSEQUIO. Ejercítate hoy en alguna obra de caridad con el prójimo, puede ser algo material: alimento, vestido, compañía, o espiritual: dando aliento, consolando al que está triste o abatido, orando por cada hermano necesitado.
SEXTO DÍA DE LA NOVENA
Purísima VIRGEN DEL VALLE. Corredentora de nuestras almas, cuyas mercedes para con tu amante pueblo fueron tantas, que éste, profundamente agradecido te eligió y juró por su Excelsa Patrona, ofreciéndote sus personas y sus bienes, constituyéndose y declarándose pueblo de hijos tuyos y esclavos de tu Purísima Concepción, también nosotros nos consagramos a Ti y a tu Concepción sin mancha, mirando como nuestro más preciado timbre de gloria el tenerte a Ti por Madre y ensalzar tu ilustre y altísimo privilegio con que el Omnipotente te distinguió en el primer instante de tu ser.
Padre Nuestro, tres Avemarías y Gloria.
JACULATORIA para este día: Oh María, esperanza nuestra, ten misericordia de nosotros.
OBSEQUIO. Renueva la consagración de todas tus cosas a la Santísima Virgen, y en prueba de tu total dependencia, procura hoy vencerte en aquello que conozcas ser más desagradable a nuestra buena Madre María.
Purísima VIRGEN DEL VALLE. Consuelo de los desterrados y afligidos hijos de Eva, que defendiste nuestra fe contra los calchaquíes, infundiéndoles terror y espanto con la majestad de tu presencia; no ceses ¡oh Señora! de socorrer y defender a tu pueblo, y servirle de muro contra el Secularismo y conservarnos a todos unidos en Jesucristo por la fe y la caridad.
Padre Nuestro, tres Avemarías y Gloria.
JACULATORIA para este día: Oh MARÍA SANTÍSIMA DEL VALLE, consérvanos en la verdadera fe católica y apostólica.
OBSEQUIO: Para conservarse en la fe, en una fe práctica, no hay medio más eficaz que la recepción de los santos sacramentos, especialmente la Confesión y la Eucaristía. Ofrécele, pues, hoy a nuestra MADRE DEL VALLE, que no dejarás pasar mes sin acercarte a estos sacramentos.
OCTAVO DÍA DE LA NOVENA
Purísima VIRGEN DEL VALLE, nuestra Protectora en toda necesidad, a quien nuestros padres recurrían al ver el peligro de las cosechas por falta de lluvias, experimentando luego la eficacia de tu patrocinio, pues no se hacía esperar la benéfica lluvia; dígnate alejar de nuestros campos las plagas que los devastan y la sequía que los esteriliza y líbranos de toda calamidad y desgracia.
Padre Nuestro, tres Avemarías y Gloria.
JACULATORIA para este día: OH VIRGEN SANTÍSIMA DEL VALLE, libra a tus siervos de todo mal de alma y cuerpo.
OBSEQUIO: No termines esta novena sin haber purificado tu alma por una buena confesión. Los Obsequios de un alma en pecado, no pueden ser gratos a la purísima Virgen. Si ya lo has hecho en el curso de esta novena, renueva hoy a nuestra Madre tu decisión de vivir siempre como buen cristiano.
NOVENO DÍA DE LA NOVENA
Purísima VIRGEN DEL VALLE, Reina y Emperatriz de cielos y tierra, que en tu sagrada Imagen, símbolo de tu Inmaculada Concepción, fuiste solemnemente coronada por voluntad del Vicario de Cristo, tu Hijo, llenándose de santo júbilo la inmensa multitud de fieles que de todas partes acudieron a tan grandiosa solemnidad, para ver adornadas tus sienes con bellísima diadema, representación de aquella otra perpetua que ciñes en el Cielo. Te aclamamos nuestra Augusta Reina; y haz que el santo entusiasmo de tus hijos y su espíritu de fe y piedad de que fue testigo el Valle de Catamarca en tan grandioso día, no se apague jamás, sino que , aumentándose con la devoción a Ti cada día, nos lleve al feliz término de formar parte del Reino glorioso en el cielo eternamente.
Padre Nuestro, tres Avemarías y Gloria.
JACULATORIA para este día: Jesús y María sean siempre el amor y la esperanza mía.
OBSEQUIO: Un acto de consagración a María, pidiéndole el don de la perseverancia en el servicio de Dios y en la práctica de las virtudes cristianas y ofreciendo rendirle siempre un culto particular el dulce título de MADRE DEL VALLE y propagar con interés su devoción.
HIMNO A LA VIRGEN DEL VALLE
Oh Virgen del Valle, tu pueblo argentino
de largos caminos hoy llega a tu altar,
y canta tu nombre milagros y glorias
de antiguas historias hermosas sin par.
¡Ave, ave, ave María!
¡Ave, ave, ave María!
Tu manto bordado de gracias divinas
a nuestra Argentina propicie su luz.
Conserva su historia, su escudo y bandera
de vidas señeras en pos de Jesús.
Otrora tú fuiste
oh Virgen Morena,
bendita azucena, del valle natal.
Feliz misionera de razas diaguitas
dulzura en sus cuitas de pena mortal.
Blasón del cristiano
que lucha valiente,
llevando en su mente la santa visión.
Conserva a los hijos
de tierra ambateña
tú que eres la dueña
de su corazón.
¡Ave, ave, ave María!
¡Ave, ave, ave María!
Letra A. Miranda; Música: de Fátima
ORACION FINAL
PARA TODOS LOS DIAS
¡Oh María, Virgen Inmaculada! Yo te saludo con el dulce nombre de MADRE Y SEÑORA DEL VALLE. Bendigo tu santo nombre. Bendigo y alabo a Dios por el momento feliz de tu Concepción inmaculada. En medio de mi profunda miseria doy gracias al Eterno Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, por haberme dado en Ti, Madre amantísima, un guía seguro en mis caminos, consuelo en mis aflicciones y socorro en los peligros de mi vida.
Haz, Madre bendita, que recurra siempre a Ti, y que experimente tu protección en todas las necesidades de mi cuerpo y de mi alma.
Amén
