Oraciones a Jesús Sacramentado

1- Comunión Espiritual

Creo, Jesús mío,

que estás real

y verdaderamente en el cielo

y en el Santísimo Sacramento del Altar.

Te amo sobre todas las cosas

Y deseo vivamente recibirte

dentro de mi alma,

Pero no pudiendo hacerlo

ahora sacramentalmente,

ven al menos

espiritualmente a mi corazón.

Y como si ya te hubiese recibido,

Te abrazo y me uno del todo a Ti.

Señor no permitas que jamás me aparte de Ti.

Amén

2- Visita al Santísimo

Descargar Hoja de Adoración

«Bendito y alabado sea Jesús en el Santísimo
Sacramento del Altar»
«Sea para siempre bendito y alabado Jesús
Sacramentado»

ORACIÓN INICIAL

Santísima Virgen, Madre de
Dios y Madre mía,
A ti te debo la gracia de estar
aquí, en presencia de tu Divino Hijo.
Pongo a tus pies mi pobre
oración para que Jesús la reciba
como venida de tus propias
manos, y así mis ruegos sean agradables a sus divinos
ojos. Amén.

¡San José, primer adorador de Dios Humanado,
intercede por mí!

ACTOS DE ADORACIÓN

Respuesta: ¡Te adoro Jesús mío!
Vengo Jesús mío, a visitarte.
Te adoro en el Santísimo Sacramento de tu amor.
Te adoro en todos los Sagrarios del mundo.
Te adoro, sobre todo, en donde estas más abandonado
y eres más ofendido.
Te ofrezco todos los actos de adoración que has recibido
desde la Institución de este Sacramento y recibirás hasta
el fin de los siglos.
Te ofrezco principalmente las adoraciones de tu Santa
Madre, de San José y de las almas más enamoradas de
la Eucaristía.
Gloria al Padre…

Ángel de la Guarda, ve y visita en mi nombre todos los
Sagrarios del mundo. Di a Jesús muchas cosas que yo
no sé decirle, y pídele su bendición para mí.

ACTOS DE FE

Respuesta: ¡Jesús mío, yo creo en Ti!
Creo, Jesús mío, que eres el Hijo de Dios vivo, que has venido a salvarnos.

Creo que estas presente en el Santísimo Sacramento del Altar.
Creo que estas por amor a mí en el Sagrario noche y día.

Creo que has de permanecer con nosotros hasta que se acabe el mundo.
Creo que bendices a los que te visitan y que atiendes los ruegos de tus adoradores.
Creo que eres el Viático de los moribundos que te aman,
para llevarlos al Cielo.
Creo en Ti, y creo por los que no creen.

Comunión espiritual
Creo Jesús mío que estas presente en el Santísimo
Sacramento del altar. Te amo sobre todas las cosas y
confío en que dispones de todo para mi bien. Deseo que
te quedes conmigo en lo más profundo de mi alma. Te
abro mi corazón, te abrazo y me uno a Ti. No permitas
que me aparte de tu presencia. Acompáñame y
confiadamente dejo que tu amor repose sobre mí y se
haga tu Voluntad antes que la mía.
Amén.

ACTOS DE ESPERANZA

Respuesta: ¡En Ti confío, Señor!
Espero en Ti, Jesús mío, porque eres mi Dios, que me
has creado para el Cielo.
Espero en Ti, porque todo lo he recibido de tu bondad.
Solo lo malo es mío.
Espero en Ti, porque eres mi Redentor.
Espero en Ti, porque eres mi Hermano y me has
comunicado tu Filiación Divina.
Espero en Ti, porque eres mi Abogado e intercedes por
mí ante Dios Padre.
Espero en Ti, porque eres mi intercesor constante en la
Eucaristía.
Espero en Ti, porque me has conquistado el cielo con tu
Pasión y Muerte.
Espero en Ti, porque reparas mis culpas.
Espero en Ti, porque eres el verdadero Tesoro de las
almas.
Espero en Ti, porque eres tan bueno, que me dices que
confíe en Ti.
Espero en Ti, porque siempre me atiendes, y me
consuelas y nunca has defraudado mi esperanza.
Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío.

ACTOS DE CARIDAD
Respuesta: ¡Jesús mío, yo te amo!
Te amo, Jesús mío, y te amo con todo mi corazón y como
a nadie.
Porque Tú me amas infinitamente.
Porque Tú me has amado desde la eternidad.
Porque Tú has muerto para salvarme.
Porque Tú me amas tanto que no podrías amarme más.
Porque me haces participante de tu divinidad y quieres
que lo sea también de tu gloria.
Porque te entregas del todo a mí en la Comunión.
Porque me das en manjar tu Cuerpo y en bebida tu
Sangre.
Porque estas siempre por amor a mí en la Santa
Eucaristía.
Porque me recibes siempre y nunca me rechazas.
Porque eres mi mejor Amigo.
Porque me colmas de tus dones.
Porque me tratas siempre con misericordia a pesar de
mis pecados e ingratitudes.
Porque me has enseñado que Dios es mi Padre y me ama
mucho.
Porque me has dado por Madre a tu propia Madre.
Dulce Corazón de Jesús, sé mi amor.
Te amo por los que no te aman.
Te amo por los que nunca piensan en Ti,
Te amo por los que no te visitan,
Te amo por los que te ofenden e injurian.
Te amo y te digo con tu siervo:
¡Oh Jesús, yo me entrego a Ti para unirme al amor
eterno, inmenso e infinito que tienes a tu Padre
Celestial!¡Oh Padre adorable! Te ofrezco todo el Amor
eterno, Inmenso e Infinito de tu amado Hijo Jesús”. Amén.
(San Juan Eudes).

ACTOS DE GRATITUD

Respuesta: ¡Gracias, Señor, por todos tus beneficios!
¡Oh Jesús, te doy gracias por los beneficios que me has
concedido!
Yo no sabré nunca apreciarlos sino en el Cielo, y allí te
los agradeceré eternamente.
Padre Celestial, te los agradezco por tu Santísimo Hijo
Jesús.
Espíritu Santo, que me inspiras estos sentimientos, a Ti
sea dado todo honor y toda gloria.
Jesús mío, te doy gracias, sobre todo por haberme
redimido.
Por haberme hecho cristiano, mediante el Santo
Bautismo, cuyas promesas renuevo.
Por haberme dado por Madre a tu propia Madre.
Por haberme dado un gran amor a tan tierna Madre.
Por haberme dado por protector a San José, tu Padre
adoptivo.
Por haberme dado el Ángel de mi Guarda.
Por haberme conservado hasta ahora la vida.
Por tener estos deseos de amarte, de vivir y morir en tu
gracia.

ACTOS DE CONTRICIÓN

Respuesta: ¡Jesús mío, misericordia!
Jesús mío, te pido perdón por los muchos pecados que
he cometido durante mi vida.
Por los de mi niñez.
Por los de mi juventud.
Por los de mi edad adulta.
Por los que recuerdo y no recuerdo.
Por lo mucho que te he ofendido con ellos.
Por lo mal que me he portado contigo.
Siento mucho por haber pecado.
¡Perdóname, Señor Jesús!
Perdóname, según tu gran Misericordia.
Perdóname, y límpiame de tanta miseria e infidelidad.
Perdóname, y ten misericordia de este pobre pecador.
Perdóname, que estoy arrepentido.
Perdóname, que quiero ser bueno en adelante con tu divina
gracia.
Perdóname, y aparta tu rostro de mis ingratitudes.
Perdóname, que me causan mucho miedo mis pecados.
Perdóname, porque me reconozco pecador y reo.
Perdóname, porque no obstante, Tú sabes que te amo.
Jesús sé mi Salvador.
María, Madre mía, intercede por mí ante tu divino Hijo
Jesús.
Dulce Corazón de María, sé mi salvación.

ACTOS DE SÚPLICA

Respuesta: ¡Te ruego, Jesús mío!
Te ruego, Jesús mío:
Que no me dejes porque me perderé.
Que persevere siempre en tu Amor.
Que estés siempre conmigo, sobre todo cuando esté en
peligro de pecar y en la hora de mi muerte.
Que jamás permitas que me aparte de Ti.
Que sepa padecer por amor a Ti.
Que no me preocupe sino de amarte.
Que ame a mi prójimo.
Que ame mucho a los enfermos y necesitados.
Te ruego Jesús mío que ampares:
A tu Santa Iglesia.
Al Romano Pontífice, tu Vicario visible en la Tierra.
A los Obispos, sacerdotes, consagrados.
A nuestra querida Nación.
A mis familiares y amigos.
Que premies a mis bienhechores.
Que favorezcas a los que ruegan por mí.
Que bendigas a los que me traten con indiferencia o no me
quieren.
Que trabaje mucho por Ti hasta mi muerte.
Que me concedas una muerte santa.
Que diga al morir: ¡Jesús, María salven el alma mía!
Que me lleves al Cielo cuando muera. Amén.

ORACIÓN FINAL
Jesús mío, dame tu Bendición antes de retirarme, y que el
recuerdo de esta visita permanezca en mi memoria y me
anime a amarte más y más. Haz que cuando vuelva a
visitarte, vuelva más santo. Aquí te dejo mi corazón para
que te adore constantemente y lo hagas más agradable a
tus divinos ojos. Adiós Jesús mío.
Santísima Virgen, Madre de Dios y Madre mía, que por tu
intercesión he alcanzado la gracia de realizar esta
adoración, concédeme que pueda repetirla, todos los días
de mi vida.
San José, Patrono de la Iglesia, ruega por nosotros.

Alma de Cristo, santifícame
Cuerpo de Cristo, sálvame,
Sangre de Cristo, embriágame,
Agua del costado de Cristo, lávame,
Pasión de Cristo, confórtame,
Oh mi Buen Jesús, óyeme.
Dentro de tus llagas escóndeme.
No permitas que me aparte de Ti.
Del enemigo maligno, defiéndeme,
A la hora de mi muerte, Llámame.
Y mándame ir a Ti, para que con tus Santos te alabe
por los siglos de los siglos. Amén.

3- Bendíceme Señor

Bendíceme Señor,
Dios de bondad,
y bendice todo cuanto hoy
tome en mis manos.
Bendice mi trabajo,
para que, correctamente hecho,
se convierta también
en bendición para otros.
Bendice mis pensamientos,
para que piense bien de los demás.
Bendice mis palabras,
para que despierten vida en ellos.
Bendice mi vida,
para que con ella
haga realidad continuamente
la imagen única que tú te has hecho de mí.
Bendíceme para que yo,
con todo cuanto soy,
pueda convertirme
en fuente de bendición
para las personas
con las que me encuentro.
Concédeme creer que todas ellas
son bendecidas por ti.
Entonces las veré con otros ojos
y reconoceré la bendición
que sale a mi encuentro
en cada persona.
Bendice a todas las personas
que llevo en mi corazón,
Dios bueno y misericordioso,
Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Amén.

4- Qué bueno es estar en tu presencia

Señor, ¡qué bueno es estar en el silencio, sintiendo tu presencia nada más!
Saber que yo te miro y tú me miras, saber que tú me entiendes sin hablar.
Señor, me postro ante Ti para pedirte paz, sabiduría y fuerza.
Que pueda mirar a quienes me rodean con ojos llenos de amor;
te pido ser paciente, comprensivo, humilde y suave.
Concédeme ver a las personas detrás de las apariencias,
como los ves Tú mismo, para así poder apreciar la bondad de cada uno.
Cierra mis oídos a toda murmuración, guarda mi lengua de toda maledicencia,
y que sólo los pensamientos que bendigan permanezcan en mí.
Revísteme de tu bondad Señor, y haz que en este día yo te refleje a Ti,
para que todos los que se acerquen a mi sientan tu presencia.
Amén.